lunes, 8 de junio de 2009

Presente 2 problemas desde el punto de vista de la teoría de la justicia y cómo se respetarían los derechos de los involucrados.


¿Quiénes fueron recompensados por el problema de plomo en los juguetes?

Para analizar este punto es importante mencionar que dentro de la teoría de la justicia existe un punto a recalcar que son los procedimientos justos que consiste en que todos tenga la oportunidad de conseguir un premio justo por sus esfuerzos.

En el caso de Fisher Price, quienes podrían sacar un provecho justo por sus esfuerzos sería la misma empresa. Si bien es cierto que, la empresa no tuvo un buen control de calidad, se preocupó y reconoció que tuvo responsabilidad al no tener un eficiente control de calidad, pero decidió retirar los juguetes del mercado y asumir los daños acusados a los niños. Es decir, se preocupó por devolver el dinero o cambiar el juguete por otro que estuviera con las condiciones sanitarias de manera correcta, así también dio un teléfono de servicio al cliente para que llamaran y presentaran su caso y poder atenderlos. Por lo tanto, se puede decir que Fisher Price fue reconocida ya que asumió su responsabilidad y se disculpó por los daños causados a los niños.

Sin embargo, el proveedor, quien utilizó el plomo en los juguetes de Fisher Price, no reconoció su error, cuando el escándalo salió a la luz, el gerente se suicidó. Respecto al otro proveedor directo que el compraba a éste último para ensamblar las partes del juguete, sólo reconoció que el China no existen leyes que prohíban el uso de dicho insumo (plomo) para la elaboración de productos. Por ello, ellos no deberían recibir ningún reconocimiento, ya que no aceptaron su culpa en la producción de los juguetes.

En conclusión, un procedimiento justo es reconocer que Fisher Price reconoció su error haciendo una conferencia de prensa y ofreciendo disculpas por no haber tenido un control de calidad eficiente y ofrecer una indemnización a los compradores de los juguetes dañinos y retirar del mercado el lote que contenía plomo.
¿Quiénes deben cargar con toda la responsabilidad? Fisher-Price por no inspeccionar la calidad de sus juguetes, solo el proveedor contratado por Fisher-Price, la empresa a la que se le confió la pintura o todos tienen responsabilidad.

Como bien sabemos, la teoría de la justicia nos habla de que cada parte debe recibir lo que realmente se merece. Entonces, para que los resultados sean justos; es decir, que la responsabilidad sea compartida, debemos respetar los derechos de cada uno de los involucrados en el tema de juguetes con plomo.

En el caso de la empresa a la que se le encomendó la pintura, considerando que en china los altos niveles de plomo son permitidos porque no existen un control riguroso de ello, esta empresa se desprende de responsabilidad alguna ya que cumplió con la empresa china que lo contrató. Por ello si debemos repartir responsabilidades es entre el Proveedor chino que utiliza Fisher-Price y ésta ultima.

En el caso del proveedor chino que trabajó directamente con Fishser-Price, tiene parte de la responsabilidad, ya que, Fisher- Price le encarga la pintura de los juguetes con todos los requisitos que deben contener los juguetes con respecto a su pintura. Sin embargo, la empresa terceariza el trabajo sin medir las consecuencias ocasionadas finalmente a Fisher- Price. En este caso, este proveedor chino no tiene ningún derecho a despegarse de la responsabilidad ante tremendo problema. Pues como se mencionó tenía requisitos que cumplir y no los tomaron en cuenta. Un porcentaje alto de responsabilidad sobre cae en ellos desde el momento que se les otorga una tarea con ciertos estándares que cumplir y ellos no lo hacen. Aquí, la empresa más perjudicada fue Fisher-Price, pues puso en duda su imagen, calidad y preocupación por el desarrollo de los niños, que siempre mostraban ante sus clientes. Esta falta de compromiso e irresponsabilidad, recayó en otros (Fisher-Price) que debieron asumir grandes pérdidas económicas incluyendo el desprestigio de la imagen.

Ante todo este problema, los derechos de Fisher-Price, se hallan en la confianza que se depositó ante el proveedor chino, pues solían trabajar con ellos para la producción de pintura de los juguetes. Sin embargo, esté se confió de los productos de un amigo sin tomar las medidas necesarias para saber si se cumple o no con lo requerido por Fisher. Es decir, el proveedor chino no respetó, la relación de confianza que Fisher les proporcionó. Como sabemos, el proveedor chino se suicidó por incumplir con Fisher. Creemos que es una forma exagera de responsabilizarse de los hechos y de no respetar los derechos que tenía Fisher-Price. Pues, quien debió asumir la situación frente al público fue el proveedor chino; sin embargo, el consumidor final solo responsabiliza a Fisher-Price; ya que es la imagen principal y la empresa que comercializa los juguetes.

Por otra parte, tenemos a Fisher-Price, que también, debe asumir parte de la responsabilidad de lo sucedido. Pues, si bien es cierto, confiaron la producción de la pintura al proveedor de siempre, pero como empresa, ellos tienen una responsabilidad con el consumidor final. Aunque los problemas hayan sido con los proveedores, el consumidor final solo podrá culpar a la empresa que le vende los juguetes. En este caso, Fisher-Price debió respetar los derechos de los consumidores finales. Pues al adquirir el producto, esperan calidad, diversión y estimulación para el desarrollo de sus hijos; sin embargo, esta vez fueron estafados por Fisher, al recibir productos dañinos. Fisher-Price, pasó por alto el control de calidad de sus juguetes y solo los distribuyó. Pero, así como el proveedor chino, se suicida por haber ido contra los derechos de confianza depositados por Price, Fisher-Price, se reivindica y asume responsablemente la situación, anunciando la mala calidad de su lote de juguetes y que los clientes deberían regresarlos sin ningún problema.

Estas dos situaciones, donde ambos culpables asumen responsabilidades, no son más que el respeto de los derechos hacia los demás. Pues en el caso del proveedor chino, este asume su responsabilidad suicidándose, por haber faltado a la confianza de Fisher-Price, no consideramos que se la mejor forma de asumir culpas o parte de la responsabilidad porque no se está enfrentando al problema; solo se está quitando un “peso” de encima por no poder soportar una especie de traición hacia los que confinaban en el. En el caso de Fisher con los clientes finales, aquí si se asumen responsabilidades y se respetan los derechos de los demás, la empresa comunica la situación, y se pude observar que se está respetando el derecho de los clientes de conocer una situación que los involucra y que encima les causa daños. Por su parte Fisher reconoce su falta de preocupación por la revisión final de la calida de los juguetes y asume el compromiso.

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